A lo largo de dos sesiones, dimos un paso más en la aventura...Se trataba de pasar a la práctica de lleno, aunque en esta ocasión, aún dentro del entorno escolar.
Dividí a los alumnos en cuatro grupos, cada uno tenía una función asignada. Uno de ellos debía pensar en un lugar del patio de instituto en el cual esconder el geocaché, otro debía pensar en un nombre para asignar al geocaché, otro debía asegurarse de tener la aplicación en activo, así como ubicación y cuenta creada, otro debía tomar fotos del proceso de creación y escondite del geocaché. Entre todos debían pensar pista para localizar el geocaché y descripción del mismo. Además de direcciones que llevasen a otros grupos a la futura localización.










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